Una a una van pasando las noches
entre los estertores noctámbulos
y los brillos de mañanas flageladas
dos fantasmas de generaciones pasadas
reunidos en un sótano abandonado
con llaves inmóviles y tuberías
llenas de tiempo vacío y óxido
se miran y entienden sin colgar palabras
con la amistad de los sobrevivientes
y la mirada encinta de recuerdos
cada uno es rémora de sufrimientos
y beatitudes lejanas, como cuando
se recostaban al calor del sol
y secada la piel, volvían al agua
y reían como reyes ancianos de una historia
color sepia, ajada y en suspensión
a los pocos días esos dos animales íntimos
retrocedieron sus relojes hacia la infancia
se replegaron sobre sí mismos al encuentro
de algo añejo, también sepiado y en suspenso
y en un desfile de marionetas y acuarios
las dos ánimas agotadas celebraron
observando unas medusas en sus bodas
una paz que quizás nunca termine.
"...exorcizamos una fealdad mucho más profunda que nos atormenta, nos aterroriza y quisieramos desesperadamente ignorar, fingiendo que todo es mero fingimiento" Umberto Eco
lunes, 18 de agosto de 2025
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