La domadora de fantasmas
No pidió permiso
salió al patio denso
valle sombrío de recuerdos
habitado por una dulce ferocidad
restalló sanguíneo el látigo
y la vida dio un respingo
sacudiendo los cantares
cotidianos, domésticos
colgados de su delantal
perchero de esclavas
y fantasmas viejos
Bebió de un oasis
intacto de gloria
ya reina hechicera
única, ella y sólo ella
en el inicio de todo
en final de la nada.
"...exorcizamos una fealdad mucho más profunda que nos atormenta, nos aterroriza y quisieramos desesperadamente ignorar, fingiendo que todo es mero fingimiento" Umberto Eco
sábado, 20 de diciembre de 2025
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