Debió comenzar en Babel
Con su ruidosas habladurías
Conjetura el hombre, él que ahora
Piensa callado en 1914 mirando
Atento a través de la ventana
No debería haberse hablado
Quizás algunos susurros
En las noches de duda vital
Pero no, las blasfemias, bla, bla
Palabras escupidas como el plomo
Dejando heridas hablando en lenguas
Piensa en su trinchera de silencio
Debió comenzar en Babel, sí
Pero sin gestos, ni sonidos ni furia
Solo la escucha atenta, como radares
Hubiera bastado plenamente
En el abismo profundo del sentido
Para oír el gran latido del comienzo.
"...exorcizamos una fealdad mucho más profunda que nos atormenta, nos aterroriza y quisieramos desesperadamente ignorar, fingiendo que todo es mero fingimiento" Umberto Eco
viernes, 23 de mayo de 2025
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Dejá tu opinión