La memoria del frío
se desplazó lentamente
como un coma profundo
un témpano de sol
helado y manso
detuvo el tiempo
en la feria inútil
de los relojeros
marionetas quietas
que ya no desean
más flores de placer
sus grietas sin templos
sordos a toda luz
vacíos de sombras
son castillos de hielo
la montaña sigue allí
y es una de ellos.
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